Sobre las huellas de la Iglesia en la América española
Madrid (España), 2 Set. 10 (AICA).- En coincidencia con la celebración del bicentenario de la independencia de varios países de Hispano América, se acaba de publicar en Madrid un libro, titulado “La forja del Nuevo Mundo. Huellas de la Iglesia en la América española”, en el que la autora, María Saavedra, hace un novedoso aporte a la historia del Nuevo Mundo. Un comentario de esa obra fue distribuido por la agencia Zenit, de Roma.
A partir del año 1492, dice Zenit, en el continente americano se produce la fusión de elementos nativos y otros foráneos, procedentes de Europa, que van a ir configurando a lo largo de cerca de tres siglos la identidad de lo que hoy son las naciones americanas.
La obra “La forja del Nuevo Mundo”, de la editorial Sekotia, presenta al lector y al estudioso un profundo estudio de cómo el proyecto español desembarcó en el Nuevo Mundo impregnando todo su desarrollo de lo que ellos eran y tenían: una cultura católica, por lo tanto universal, que todavía abanderaba a Europa y allá donde los europeos fueran.
España descubre unas tierras que abren las puertas de una nueva era: la modernidad. Una era que aportará un desarrollo cultural que perdurará hasta nuestros días.
Cuando el proyecto español comienza a desarrollarse en aquellas tierras, se produce una prolongación de todo su ser y por lo tanto de la cultura y actuación católica en el desarrollo del ser humano, abriendo la nueva tierra a un mundo de luz con una fe que liberaba de la esclavitud tribal y ampliaba sus conocimientos.
En el proceso de este proyecto político que tiene su inicio con la llegada de Colón a tierras americanas hasta 1810, comienza sin marcha atrás la reconfiguración del Nuevo Mundo con una serie de intereses políticos, propiciados por la invasión napoleónica en España y el vacío de poder en la capital del Reino de España.
Sin embargo, entre las batallas producidas en tierras continentales y al otro lado del océano, el hilo conductor que sostenía la plataforma social era –y sigue siendo- la Iglesia, con sus misioneros, universidades, hospitales y atención a la enorme población ignorante de aquellos pasos políticos y que seguían siendo cuidados y mantenidos por hombres y mujeres cuya misión era la entrega a Cristo por el ser humano, y todavía sigue siendo así.
Sobre la obra, la profesora María Isabel González del Campo afirma que en ella “se subraya que la Iglesia no sólo se ocupa de cristianizar las nuevas tierras, sino que inspira y da forma a instituciones culturales, educativas, asistenciales, configurándose así como un componente fundamental de la cultura y personalidad del pueblo americano”.
La autora resalta el papel fundamental que las órdenes religiosas desempeñaron en la evangelización, y reseña a grandes rasgos la actividad de las principales órdenes: franciscanos, dominicos, agustinos, mercedarios y jesuitas.
“La forja del Nuevo Mundo” presenta al lector “una visión amplia de la labor realizada por la España católica” y “los habitantes que fueron instruidos e inculturizados por lo católico, por lo español, son hoy una gran nación continental con un valor que los une en el idioma, la cultura religiosa y los valores en alza de la moral”.
Este libro “no pretende ser una historia de la evangelización de América, sino que busca destacar las manifestaciones de la profunda religiosidad que heredaron los ‘españoles de América’ y que se manifestaron en múltiples campos de la cultura, el arte y el pensamiento americanos”.
Para mayores informes:
calle Gamonal 5, piso 1, local 18, 28031 Madrid.
Teléfonos: 91.433.73.28; Fax: 91.434.95.24;
página web: http://www.sekotia.com/
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